Domingo 3º de Pascua


Testigos aparece dos veces en las lecturas que acabamos de escuchar, y está indicando que se trata de algo importante.
Aparece en primer lugar en boca de los apóstoles, en una de las primeras actuaciones públicas, y se refiere a sí mismos que se presentan como avales de que Jesús ha resucitado. Ellos, no sólo lo saben, han sido espectadores, y por lo tanto pueden dar fe.
En el evangelio vuelve a aparecer la palabra testigos, esta vez en boca de Jesús y referida a sus discípulos: les están dando el encargo de dar a conocer todo cuanto han vivido y han compartido junto a él.
Dos significados diferentes pero muy unidos del ser testigos, que los cristianos no debemos olvidar nunca.
Y hoy añadimos entre todos otro significado de la palabra testigo: el Bautismo adentra al bautizado en la intimidad con Jesús, en su muerte y en su resurrección, para testificar la nueva vida que se le da.
Esta chiquillería que hoy nos acompaña, fue bautizada hace apenas unos pocos años, y ahora son candidatos a participar de la Mesa, y todos los demás desde hace más tiempo recibimos el abrazo de Dios, que nos reconoce como sus hijos más queridos y que nos capacita para ejercer de tales ante todo el mundo.
Superemos los miedos, cualquier miedo, porque es tiempo de resucitar, de dejar que la vida del Resucitado no tome y nos arrastre, para que ante Dios y ante los demás vivamos intensamente vivos.

Música Sí/No