Domingo 32º del Tiempo Ordinario


¡Cuántas veces hemos intentado responder a esta pregunta: en qué consiste ser cristiano, discípulo de Cristo! Y ¡cuántas respuestas hemos desechado por inservibles! Y no porque fueran erróneas, precisamente. Tiene que haber una que se comprenda fácilmente y esté al alcance de cualquiera.
Si no me equivoco mucho, hoy nos da esa respuesta sencilla y a nuestra medida la Palabra de Dios a través de las tres lecturas que acabamos de escuchar.
La viuda que vacía su despensa para dar de comer al forastero, exponiéndose ella y su hijo al hambre y a la muerte, y la viuda del evangelio que deposita las únicas moneditas que posee en el cepillo del templo, son una clara y expresa referencia al mismo Jesús, que las pone como ejemplo.
Porque Jesús, no nos salva dando cosas o realizando acciones llamativas. Nos redime dándose a sí mismo, una vez y para siempre. San Pablo emplea una palabra que hemos escuchado muchas veces, pero que no terminamos de comprender: Jesús se anonadó, se hizo nada, se vació del todo por nosotros.
De modo que ahí tenemos la respuesta: seguir a Jesús no consiste en dar cosas, aunque sea dinero. Es cristiana la persona que trata de vivir según el estilo de Jesús, que gastó su vida, dándose del todo.
Tenemos un gesto muy significativo para expresar que una persona es egoísta e incapaz de dar: el puño cerrado. Si esto lo entendemos todos, también comprenderemos qué significa una mano abierta.
Tenemos que ser personas con las manos abiertas para dar, pero para muchas cosas más: saludar, compartir, dialogar, confiar. Disponibles también para recibir y acoger, para ayudar y construir, para comprometernos y para romper barreras, para acercar y para abrazar.
Y esto porque lo hizo el mismo Dios, y así tenemos un ejemplo que seguir. Pero además, porque vivir así, con ese estilo, de ese modo, es un camino seguro para sentirnos felices, satisfechos de nosotros mismos y no de cuánto tenemos o podemos, confiados de sabernos hermanos y no adversarios.
Manos abiertas, y no puños cerrados, es la única manera de vivir en cristiano.

Música Sí/No