Natividad del Señor


No sé quién me ha querido engañar esta mañana, diciéndome que los carteros no trabajan en Navidad. He de deciros que no es cierto. Acabo de recibir esta carta, que ahora mismo paso a leeros:

Queridos hermanitos y hermanitas

Si miráis el pesebre y me veis ahí, sabiendo por el corazón que soy Dios-niño que no viene para juzgar sino para estar, alegre, con todos vosotros,

Si conseguís ver en los otros niños y niñas, especialmente en los más pobres, mi presencia en ellos,
Si lográis hacer renacer el niño escondido en vuestros padres y en los adultos para que surja en ellos el amor y la ternura,

Si al mirar el Belén notáis que estoy casi desnudo y os acordáis de tantos niños igualmente pobres y mal vestidos, y sufrís en el fondo de vuestros corazones por esta situación inhumana y deseáis que cambie verdaderamente,

Si al ver la vaca, el buey, las ovejas, las cabras, los perros, los camellos y el elefante, pensáis que el universo entero recibe mi amor y mi luz, y que todos, estrellas, piedras, árboles, animales y humanos formamos la gran Casa de Dios,

Si cuando miréis hacia lo alto y veáis la estrella con su cola recordáis que siempre hay una estrella sobre vosotros, que os acompaña, iluminándoos y mostrándoos los mejores caminos,

Sabed entonces que yo estoy llegando de nuevo y renovando la Navidad. Estaré siempre cerca de vosotros, caminando con vosotros, llorando con vosotros y jugando con vosotros, hasta aquel día, sólo Dios sabe cuándo, en que estaremos todos juntos en la Casa de nuestro Padre y de nuestra Madre de bondad para vivir felices para siempre.

Belén, 25 de diciembre del año 1.

Firmado: Niño Jesús

Queridos amigos, hermanos y hermanas: Dios ha nacido. Es Navidad.

Música Sí/No