Domingo 19º del Tiempo Ordinario


En nuestra relación con Dios siempre estaremos tentados de inventarnos una vía espiritualista, en contraposición con la que consideramos simplemente material. El creador que nos ofrece mesa y alimento es el mismo que quiere entrar en intimidad con todos los seres creados desde las coordenadas en las que nos encontramos, nos movemos y manejamos. Aunque nos parezca un imposible, Dios es nuestro vecino, vive justo al lado y nos habla de cosas tan elementales como pan, hambre, mesa, solidaridad, y vida en plenitud, que no es la vida que tengamos tras la muerte sino acoger e imitar su humanización, aquí y ahora. Por eso son tan importantes los sentidos, porque necesitamos ver, oír, tocar, comer. La carne de Jesús, vida para el mundo, nos tiene que forzar a no despreciar la carne de nuestros hermanos. No existe otro camino para acercarnos a Dios sino el que él mismo ha seguido para acercarse a nosotros.

Música Sí/No