Domingo 1º de Adviento


Hoy la homilía la van a hacer los niños y niñas de Catequesis 2º de Iniciación a la Fe. Han estado trabajando sus corazones para ofrecérselos a Jesús. Y como actividad han confeccionado unos corazones en cartulina en los que han expresado los deseos de asemejarse a Jesús, y pasar como él haciendo el bien en las diversas situaciones de sus propias vidas: colegio, casa, amigos, barrio… Luego, en una paraliturgia, han pedido a Jesús que tome su corazón y lo haga como el suyo. Ellos explicarán a la comunidad qué han hecho, cómo lo han hecho y qué han sentido.

Yo aquí ofrezco esta homilía de hace un tiempo.

Adviento es un tiempo litúrgico marcado por la actitud de la esperanza. Esperanza no en que Jesús vendrá con la Navidad, que ya fue y está siendo, sino esperanza de que el futuro estará repleto de Dios; esperanza de que los verdugos de la historia, llámense como se llamen, tengan nombres propios, o comunes y genéricos como SIDA o cáncer, solo tienen la penúltima palabra, porque la última, la que de verdad vale, sólo la tiene Dios. Y Dios ya ha dicho su palabra definitiva en Jesús, el Hijo, y ha sido pronunciada de forma anticipada en la resurrección de Jesús, que debe ser interpretada como triunfo definitivo en la historia.

Adviento es una manera de vivir, es por tanto una actitud cristiana de cualquier tiempo: es creer que Dios tiene un plan de salvación que se está llevando a cabo en los entresijos de la historia, y por tanto es también ocasión de elevarle nuestra acción de gracias por la fuerza de su amor.

Pero Adviento también es una llamada de atención a nuestro presente. La esperanza mira al futuro, ¿verdad?, pero necesita anclarse en el aquí y en el ahora para que tenga sentido. No se trata de una lotería a la que jugamos. No hemos sido bautizados para tener seguridades que nos adormezcan y nos consientan vivir despreocupadamente. Se trata de estar atentos y vigilantes en nuestro vivir cotidiano, siendo servidores audaces y sagaces del Reino, buscando y asumiendo los compromisos concretos necesarios que permitan, ya en este mundo nuestro, que el Reino sea de hecho Buena Noticia de salvación liberadora, especialmente para los pobres de la tierra.

(Si estamos dormidos, ¿de qué cosas tenemos que despertarnos?, es decir, ¿en qué cosas o actitudes estamos dormidos?

Música Sí/No