La Ascensión del Señor


Por la relación de portentos que puedan hacer los discípulos, según palabras de Jesús en el evangelio, en su tarea evangelizadora, podríamos concluir
  • que nuestra Iglesia no tiene rival, es la única universal y las demás no valen para nada, o para muy poco;
  • que cualquier cosa que haga quien evangeliza desde la Iglesia le está permitido, y que aquí el fin sí justifica los medios, que diría el otro;
  • que incluso portentos, reales o inventados, deben ser empleados para convencer y vencer en la evangelización;
  • que el mal, representado por los demonios, no tiene nada que hacer contra quien lleva a cabo esta tarea.
Demasiadas cosas dice, y demasiado poco. Y todo para terminar afirmando que el Señor Jesús se fue, y los discípulos se quedaron abobados mirando al cielo.
Yo creo que esta fiesta tiene otro significado, y tendremos que aprender a leer, aunque sea entre líneas, para entenderla de verdad.
  • Lo primero que hay que desechar es ese ardor guerrero de salir a conquistar plazas y personas, convirtiéndolas aunque sea a la fuerza.
  • Lo segundo es estar tranquilos, confiando en el Dios de Jesús, que no sólo no le abandonó a él, sino que tampoco nos abandona a nosotros.
  • Lo tercero es no eludir nuestra responsabilidad de buscar a Dios, allá donde esté (que casi nunca coincide con nuestros intereses); y buscarlo significa estar abierto a los demás, porque en ellos también está Dios, como en nosotros. Y eso quiere decir que no están ellos ahí para que nosotros les adoctrinemos, sino para que dialoguemos con ellos, porque también tienen parte de la verdad, como nosotros, y juntos y no enfrentados la alcanzaremos más plena.
  • Lo cuarto, y último, es creer y encarnar el evangelio. Hacernos evangelio, que nuestras personas resuden evangelio. Que el evangelio no sea una doctrina, sino una vivencia. Que la Iglesia no sea una institución, sino un estilo de vida. Que los cristianos seamos buenos compañeros de camino y de construcción de un mundo nuevo de todos cuantos, también habitados por el Espíritu de Jesús, también habitan esta tierra. Y esto implica una consecuencia: no somos los puros de esta historia; es necesario embarrarse, es inevitable. No nos dé miedo, que eso va en nuestra propia naturaleza. El samaritano lo hizo, para ser prójimo del herido.

Música Sí/No