Domingo 24º del Tiempo Ordinario. Exaltación de la Santa Cruz


Ha habido quien se ha entretenido en decir que los cristianos adoramos a un condenado a muerte, que el signo principal de nuestra fe es un signo de muerte y que seguir teniendo delante la cruz como el icono central de la fe nos lleva a la pasividad frente al dolor y el sufrimiento de la humanidad, que nuestro Dios quiere nuestro sacrificio y nuestra muerte.
Ninguna de esas cosas es verdad. La cruz es, ya lo dijo Pablo, escándalo para los judíos y necedad para los gentiles pero para los creyentes es fuerza de Dios y sabiduría de Dios.
Hubo un momento en que la cruz fue el final de todo, la derrota de todas las esperanza y utopías, la muerte de la vida. Pero sólo fue eso, apenas un momento.
En la mañana el grito ¡ha resucitado!, las experiencias y encuentros con el resucitado, devolvió al pequeño grupo inicial toda la capacidad de vivir que Jesús de Nazaret había contagiado a sus discípulos.
Enseguida comprendieron que Dios había trastocado las cosas: la muerte ya no es suficiente enemigo, ha sido vencida en la cruz. Y Dios nos ha dado una soberana lección. Las cosas hay que verlas desde donde Él se puso, desde la cruz. Desde ella toda la realidad se ve de otra manera, desde ella la veremos como Dios quiso hacerlo y quiere que nosotros lo hagamos. Desde la cruz, desde el Crucificado, desde todos los crucificados se ve a Dios como el único que puede salvar, y salva.
Hoy seguimos mirando a la cruz. Nos duele el dolor de nuestros hermanos y hermanas, que siguen siendo ajusticiados injustamente. Nos comprometemos para que nadie, nunca, vuelva a ser asesinado en una cruz, en cualquier cruz. Y sentimos que esta historia de violencia fratricida continúe bajo las más diversas excusas. Por eso, seguimos mirando a la cruz. Porque en ella encontramos la esperanza para seguir, como Jesús, proclamando la buena nueva del reino, que es posible vivir de otra manera, en fraternidad, en paz. Y seguimos curando heridas, reconciliando, siendo misericordiosos, que no otra cosa es ser discípulos de Jesús, el que murió en la cruz, el que resucitó.

Música Sí/No