Domingo 5º del Tiempo Ordinario. Manos Unidas-Campaña contra el hambre



I. TANZANIA

La Unión Republicana de Tanzania se encuentra en África del Este y se formó después de la unión de dos estados soberanos llamados Tanganyka y Zanzibar.
Aunque Dodoma es la capital administrativa, Dar es Salaam es la capital comercial y donde se encuentra el mayor puerto marítimo de Tanzania.
Tanzania es el país africano de mayor extensión en África del Este, con sus 945.000 kilómetros cuadrados. Posee paisajes espectaculares que van desde las magníficas playas de la costa y las islas (siendo Zanzibar, una de las principales y más conocidas), las zonas montañosas y boscosas del norte, y las grandes planicies que albergan los conocidos parques nacionales protegidos, como son el Serengeti, Ngorongoro, Selous, Tarangier, etc....
El gran Valle del Rift que se extiende desde el noroeste de África hasta la parte central de Tanzania, es otro referente conocido de África.
Tampoco podemos olvidar el Monte Kilimanjaro, con sus 5.895 metros de altitud. Todos los años acuden miles de personas que suben a su cumbre tras 4-7 días de difícil ascenso.
Dar es-Salam (árabe: دار السلام, Dār as-Salām: “remanso de paz”) es la ciudad más poblada de Tanzania, situada en la costa este del continente africano junto al océano Índico. Fue la capital del país desde 1974 hasta 1996, cuando fue relevada por la ciudad de Dodoma. Había sido anteriormente la capital de la colonia de África Oriental Alemana, posteriormente del protectorado británico de Tanganica, y de la República de Tanganica tras su independencia en 1963. En 1996 la capital del país fue trasladada a Dodoma, en el interior del país, pero aún quedan organismos y oficinas gubernamentales en Dar es-Salam.
Es la mayor ciudad y la más rica de Tanzania, además de ser el principal centro económico y educativo del país, así como su puerto más importante, a través del cual se exporta gran parte de los productos agrícolas y minerales que se producen en la zona. Es la capital de la región homónima, que está dividida administrativamente en tres distritos: Ilala, Kinondoni y Temeke.

II. SITUACIÓN DE LOS NIÑOS
Principales problemas que afectan a los niños en Tanzania:

1. Pobreza
A pesar de contar con importantes recursos naturales y un flujo considerable de turistas, la situación económica de Tanzania no es halagadora. Gran parte de la población vive en condiciones de pobreza extrema, principalmente la población que habita en áreas rurales.
La pobreza impacta de manera negativa en las condiciones de vida de los jóvenes tanzanos y, en particular, en su derecho a la alimentación. Un número considerable de ellos sufre malnutrición y más del 70 por ciento padece algún grado de anemia severa.

2. Educación
En la capital, Zanzíbar, la educación es obligatoria durante los diez primeros años de escolarización, seis años de educación primaria y cuatro años de educación secundaria. No obstante, no existen medidas legales que garanticen que ello se cumpla. Los niños de las áreas rurales se encuentran con muchas dificultades para ir a la escuela porque los medios de transporte son a veces inexistentes y, además, no cuentan con ayudas para pagar el desplazamiento.
Además, el coste de la educación, como los uniformes y las matrículas, privan a los niños más pobres de acceder a ella y redundan en mayores tasas de absentismo y abandono escolar. Para lograr una educación de calidad, también resulta insuficiente las infraestructuras con que cuentan actualmente.
Todos estos factores llevan a la contínua disminución del número de niños inscritos en primaria en 1980, equivalente al 90 por ciento, respecto al 77,8 por ciento registrado en 2006.
A ello le sumamos que el 20 por ciento de los niños de entre 10 y 14 años no asiste a la escuela y muchos de ellos terminan trabajando.

3. Salud
A pesar de los grandes esfuerzos que ha hecho el gobierno para mejorar el acceso a la salud, la calidad y la disponibilidad de los servicios sanitarios continúa siendo un problema, principalmente debido a la escasez de recursos humanos y de infraestructuras.
Al menos, 250.000 niños mueren cada año por enfermedades menores debido a las bajas defensas que la malnutrición provoca en su sistema inmunológico y por la lejanía de los centros de atención médica.
En consecuencia, la tasa de mortalidad infantil es muy alta, especialmente entre los más jóvenes, ya que los neonatos representan el 29 por ciento de las muertes de niños de entre 0 y 5 años de edad. Las principales causas de muerte son, en orden descendente, la malaria, la anemia, la neumonía, las enfermedades prenatales, la diarrea y el VIH/SIDA.
De otra parte, la calidad de los servicios de salud sigue siendo un problema debido a varios factores, principalmente pr la escasez de recursos humanos y la inapropiada infraestructura sanitaria.
A esto se suma el hecho de que el VIH/SIDA ha dejado un gran número de huérfanos. Así, en 2008, casi el 11 por cien de niños menores de 18 años, es decir 1,3 millones de niños, había perdido al menos a uno de sus padres. La situación económica de las familias se hace entonces más difícil y las responsabilidades son mayores respecto a los sobrevivientes, especialmente para los niños.

4. Abuso
A pesar de los esfuerzos del país para combatir el abuso de menores, las campañas de difusión de este problema y su prevención son todavía insuficientes. Muchos de estos niños, víctimas de abusos, se enfrentan a situaciones de violencia psicológica, física y sexual que con frecuencia se presentan en sus propias comunidades, escuelas y hogares.
Los resultados de investigaciones sobre abusos a menores revelaron 307 casos en 2009. De ellos, el 29 por ciento se relacionaron con abusos sexuales, el 26 por ciento, con violencia y abusos físicos; el 32 por ciento, con abandonon familiar, y el 13 por ciento, con abusos psicológicos De esta estadística, hay que destacar que las jóvenes son particularmente vulnerables debido a la discriminación en contra de la mujer y a un mayor riesgo de abuso sexual.
Asimismo, la investigación reveló que se utilizaban prácticas de castigo corporal en alrededor de 50 escuelas. Los causantes de estos actos violentos, que ignoraban las directrices del Ministerio de educación contrarias a estas prácticas, ocasionaron traumas en los alumnos hasta el punto de provocar que abandonaran la escuela.
No obstante, el castigo corporal se encuentra todavía permitido por una ley de 1930 y es el tipo de castigo más común que los tribunales imponen a los menores de 18 años por casi cualquier tipo de delito, dado que esta sanción es considerada fácil de aplicar y no requiere de ningún régimen de custodia. En este sentido, un menor de 16 años puede recibir hasta 12 golpes dados con una vara, y 24, si tiene más de 16 años.

5. Mutilación genital femenina
Muchas niñas son víctimas de la mutilación genital en Tanzania.
La tradición dicta que las mujeres sean circuncidadas y, por ello, el 28 por ciento de las jóvenes son víctimas de esta práctica desde que cumplen un año de edad.
La circuncisión suele realizarse bajo terribles condiciones de higiene que pueden generar infecciones. Esta barbarie, además, puede causar traumas psicológicos hasta la edad adulta que nunca han sido tratados ni exist un protocolo sanitario que ayude a estas mujeres víctimas de la ablación a superarlo.

6. Matrimonio infantil
En Tanzania existe otra serie de prácticas tradicionales nocivas para la infancia, como son los matrimonios precoces y los matrimonios forzados.
Aunque los matrimonios infantiles han disminuido considerablemente en los últimos años, muchas niñas aún son forzadas a casarse, a veces incluso a edades tan tempranas como los 12 años.
Estos matrimonios tienen serias implicaciones para las niñas, que no entienden la importancia de semejante compromiso y las obligaciones que supone. Además, algunas son violadas y son objetos de todo tipo de abusos frecuentemente por parte de sus esposos mayores con la anuencia y complicidad de sus familias.

7. Niños de la calle
Se estima que entre 3.000 y 5.000 niños viven en la calle. en Dar el Salam, la ciudad más poblada de Tanzania. Al ser la ciudad más importante del país, los niños acuden allí con la esperanza de escapar de la miseria y la violencia de las áreas rurales. Este fenómeno ha ido constantemente en aumento debido a la rápida urbanización de las zonas del país.
Los niños viven en las calles y, aunque sus edades oscilan entre los 5 y los 18 años, la mayoría de ellos -de los que el 80 por ciento son varones- tienen entre 7 y 14 años. A ello se añade su doble vulnerabilidad, al tratarse en general de hijos ilegítimos o que vienen de familias desintegradas. Otros factores que alimentan este fenómeno son la violencia intrafamiliar, la pobreza, la descomposición de los valores familiares, el alcoholismo y, más recientemente, el VIH/SIDA.
La ciudad representa de por sí muchos peligros para los niños, que son particularmente vulnerables a la prostitución y a los abusos sexuales y en consecuencia, al VIH/SIDA.
Para completar este fenómeno de peligrosidad, estos menores suelen ser presa fácil de las redes de trata de niños.

8. Trabajo infantil
De acuerdo con las leyes laborales de Tanzania, está prohibido emplear a niños menores de 14 años para trabajos ligeros, así como a menores de 18 años para trabajos peligrosos.
Sin embargo, en la capital, Zanzíbar, la posibilidad de ganar dinero fácil empuja a las familias a enviar a trabajar a sus hijos, menores de 14 años en su mayoría, en lugar de enviarlos a la escuela. De otro lado, otras familias prefieren que sus hijos trabajen en casa o en la granja familiar.
En las áreas urbanas, la mayor parte de estos menores trabjaja sirviendo té o vendiendo bocadillos, mientras que otros son empleados en la industria de la hostelería y el turismo. En las áreas rurales, los niños trabajan en condiciones más difíciles en plantaciones de clavo, en granjas de algas o en las minas. Así, en los pueblos de áreas mineras, la tasa de abandono de la escuela es muy alta, de entre el 30 y el 40 por ciento.

9. Derecho a la identidad

El registro de nacimientos es obligatorio para los niños nacidos en Tanzania, independientemente de que sean ciudadanos nacionales, no nacionales o refugiados. Pero, a pesar de ello, sólo el 19 por ciento de los nacimientos son registrados y se presenta una gran disparidad entre las áreas urbanas y las rurales.
Aún hoy, sólo el 7 por ciento de los niños tiene un certificado de nacimiento, debido a la falta de conciencia pública acerca de la importancia del registro de nacidos y del proceso a seguir para obtener el certificado de nacimiento.
Además, su elevado coste desincentiva este trámite al incluir, entre otras cosas, una multa por inscripción tardía, una tasa de 3,5 dólares por el certificado de nacimiento y el coste del viaje.

10. Justicia para menores
Entre 2008 y 2009, 2.692 niños menores de 16 años pasaron por centros de detención la mayoría, acusados de atraco y robo. Más de la mitad de estos menores fueron encerrados con adultos, a pesar de que las leyes de responsabilidad del menor exigen celdas separadas.
Estos centros de detención no están adaptados para niños y se enfrentan con muchos problemas: como unas instalaciones en mal estado, la falta de calidad del agua, la escasa la higiene y unas celdas abarrotadas.

III. PROYECTO DE MANOS UNIDAS QUE VAMOS A FINANCIAR

TAN / 68300 / LV D
Orden: 78
Localidad: DAR ES SALAAM
SOLICITUD QUE SE ADMITE: PROGRAMA DE REHABILITACIÓN PARA NIÑOS DE LA CALLE
IMPORTE TOTAL: 54.476,00 €
AL FRENTE DEL PROYECTO: Fr. Michael Anthony Vinoth, Missionaries of Mary Immaculate: CHILD IN THE SUN
BENEFICIARIOS
DIRECTOS: 60
INDIRECTOS: 300
1. RESUMEN DEL PROYECTO
En Tanzania, a las ciudades grandes como Dar es Salaam, llegan adolescentes y jóvenes huyendo de la pobreza del ámbito rural, el abandono escolar y diferentes situaciones familiares conflictivas. Buscan trabajo y mejorar su vida. Desgraciadamente la mayoría acaba en el tráfico sexual y viviendo en la calle debido a la falta de formación básica para poder conseguir trabajo. Al no conseguir los medios necesarios para alojamiento y manutención, y por lo tanto vivir en la calle, su situación se agrava muchas veces por el consumo de drogas, embarazos no deseados y múltiples enfermedades debidas a la malnutrición, falta de higiene y carencias básicas. A esto hay que añadir los efectos de la malaria y el sida. Ante esta situación, los Misioneros de María Inmaculada, a petición del Obispo de Dar es Salaam, se hicieron cargo hace unos años de la gestión y el mantenimiento de un centro de formación profesional, reunificación familiar y asistencia médica situado a las afueras de la ciudad, para jóvenes provenientes de la calle y el tráfico sexual. A este centro, los adolescentes y jóvenes de entre 15 y 25 años, acuden tras estar 3 meses en un centro de acogida donde reciben atención inicial básica y programas de modificación conductual, asesoramiento y apoyo psicológico. Ante la creciente demanda de acogida, los Misioneros de María Inmaculada nos piden la colaboración para la compra de maquinaria necesaria para los cursos de formación profesional: carpintería, albañilería y soldadura; la financiación de los gastos de energía, reunificación familiar y salarios del personal necesario durante 3 años. La Congregación colaborará mediante la compra del equipo básico para cada alumno para poder empezar a trabajar y los beneficiarios colaborarán en la manutención del centro trabajando en los huertos y cuidando de los animales domésticos. Con este proyecto se conseguirá la formación profesional de 60 jóvenes y su consiguiente acceso al trabajo y reinserción social.
2.- BENEFICIARIOS
DESCRIPCIÓN DE BENEFICIARIOS
Los beneficiarios son chicos adolescentes y jóvenes de entre 15 y 25 años de edad que provienen de la calle y el tráfico sexual, y que, tras permanecer unos meses en un centro de acogida, son transladados a Child in the Sun para formarse.
PARTICIPACIÓN EN LA ELABORACIÓN DEL PROYECTO
Los beneficiarios colaboran con los trabajos agrícolas, así como el cuidado de gallinas y cerdos para garantizar el suministro alimenticio del centro.
3.- OBJETIVOS
OBJETIVO GENERAL
Contribuir a la reinserción social de chicos adolescentes y jóvenes de los barrios marginales de la capital del país.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
Proporcionar a los jóvenes que han sido recogidos de la calle, formación profesional, educación básica, asistencia psicológica y reunificación familiar.
ACTIVIDADES A REALIZAR
A1.- Compra de maquinaria y herramientas necesarias para la formación profesional de albañilería, carpintería y soldadura por un valor de 11.260 Eur (MU).
A2.- Financiación de los gastos de energía necesarios para la realización de los cursos de formación por un total de 18.375 Eur (MU).
A3.- Realización de un programa de reunificación familiar durante 3 años a 60 jóvenes por un total de 2.790 Eur (MU).
A4.- Proporcionar equipo básico para trabajar al finalizar los cursos a 60 jóvenes por un valor de 9.000 Eur (Socio Local).
A5.- Financiación de los salarios de profesores de carpintería, albañilería, soldadura y vigilante durante 3 años por un total de 22.050 Eur (MU).
4.- ORIGEN Y JUSTIFICACIÓN
ORIGEN DE LA INICIATIVA
La Congregación India Missionaries of Mary Immaculate (MMI) a petición del Arzobispado de Dar es Salaam, se hace cargo del mantenimiento y gestión de este centro, "Child in the sun", para la formación profesional, asistencia médica y reagrupación familiar, que anteriormente había sido llevado por la congregación de los Padres Blancos. A través de la rama femenina de la Congregación, se ponen en contacto con Manos Unidas y solicitan la colaboración para la compra de maquinaria para desarrollar la formación profesional y financiar la asistencia médica y reunificación familiar de 60 jóvenes durante 1 año.
El centro lleva funcionando muchos anos con éxito y los jóvenes aprenden profesiones que les posibilitan encontrar trabajo y reinsertarse en la sociedad.
El responsable del proyecto, que es el director del centro "Child in the Sun" tiene 25 anos de experiencia trabajando a nivel de base en India y África. Esta cualificado como asistente social con una titulación de master en trabajos sociales y especializado en desarrollar y administrar programas de rehabilitación de jóvenes de la calle y victimas del trafico.
PROBLEMAS CONCRETOS A RESOLVER
El proyecto pretende resolver la situación de abandono al vivir en la calle proporcionando a los jóvenes, alojamiento y manutención en un ambiente familiar. Trata de facilitar el acceso al trabajo mediante la formación profesional en diversas materias. Así mismo trata de mejorar la falta de salud y enfermedades mediante controles sanitarios y el suministro de medicinas. Finalmente este proyecto reinsertara a los beneficiarios en la sociedad mediante un programa de apoyo psicológico y reunificación familiar.

Domingo 4º del Tiempo Ordinario


Cuando alguien se expresa con autoridad, la gente lo nota. Puede decir lo de siempre o aportar novedades; puede tratarse de un orador titulado y renombrado, o ser un cualquiera desconocido y sin rango. Esa autoridad que se le reconoce no procede de centros de poder o estudio, ni dimana del lugar de origen, ni de las circunstancias donde se manifieste. Nace de la misma persona. Tiene o no tiene autoridad. Que no es lo mismo que decir “es popular”.
Cuando hay quien con su mensaje se lleva de calle al personal, una forma de desacreditarle es decir que practica el populismo, es decir, que pregona lo que a la gente le gusta oír.
Jesús tiene y se muestra con autoridad. No sólo quienes le escuchan quedan asombrados; también levantan su voz los que se le oponen. La autoridad de Jesús anuncia y denuncia, al mismo tiempo, con igual consistencia y rotundidad.
Jesús con su autoridad, provoca. Y una consecuencia de ello es el acto de fe: Creer en Jesús. Ojito, sin embargo, porque no siempre y necesariamente tener fe significa lo mismo. A Jesús se le enfrentan los que antes callaban. Se ven atacados y temen. La autoridad que le reconocen es un acto de fe, pero no transforma sus vidas.
Esa provocación que suscita Jesús requiere llevar consigo una convocación, una llamada, y urge de nosotros una respuesta, conversión.
Cuando nosotros decimos creer, deberíamos distinguir y diferenciar lo que sabemos, porque nos lo han enseñado y lo hemos aprendido, de lo que aceptamos y a lo cual nos adherimos. Una cosa es decir “Jesús es Dios”, otra muy distinta afirmar “Señor mío y Dios mío”.
Aquel enfermo salió curado, y las gentes admiradas de su autoridad y de la nueva enseñanza.
Nosotros no somos escribas ni enfermos endemoniados, sino discípulos de Jesús. Y por tanto hemos de comunicar su mensaje, no nuestras tradiciones. Hemos de mostrar lo que vivimos curando la vida, no imponiendo ni adoctrinando mentes. Hemos de anunciar el Espíritu de Jesús, que él nos han entregado, no pregonar nuestras teologías, que son al fin y al cabo una componenda que nos hemos hecho a nuestra imagen y medida.
Creeremos en Jesús, podremos predicarlo como Dios y Salvador, si nuestra conducta contribuye a humanizar y liberar de esclavitudes; si nuestras palabras invitan a confiar en Dios. Si el mensaje del que somos portadores es la mejor noticia que puedan escuchar cuantas personas atormentadas interiormente se topen con nosotros. Entonces, a través nuestro, Jesús cura, y la gente podrá exclamar alborozada: «este enseñar con autoridad es nuevo».

Domingo 3º del Tiempo Ordinario



Cuando el Bautista fue detenido, Jesús fue a Galilea y comenzó a «proclamar la Buena Noticia de Dios». Según Marcos, no enseña propiamente una doctrina para que sus discípulos la aprendan y difundan correctamente. Jesús anuncia un acontecimiento que está ya ocurriendo. Él lo está ya viviendo y quiere compartir su experiencia con todos.
Marcos resume así su mensaje: «Se ha cumplido el plazo, está cerca el Reino de Dios: convertíos y creed en el Evangelio».
«Se ha cumplido el plazo»: ya no hay que mirar hacia atrás.
«Está cerca el reino de Dios»: pues quiere construir un mundo más humano.
«Convertíos»: no podéis seguir como si nada estuviera ocurriendo; cambiad vuestra manera de pensar y de actuar. «Creed en esta Buena Noticia». Este proyecto de Dios es la mejor noticia que podemos escuchar.
Todo lo que Jesús decía de Dios, todo lo que hacía en nombre de Dios, a la gente le resultaba algo nuevo y bueno. Y su mensaje se reducía a esto: Dios está cerca de nosotros, más cerca de lo que nos imaginamos; Él solo quiere hacer una vida más humana, más digna y dichosa. Cambiemos de manera de pensar y creamos en esta Buena Noticia”.
No se trata de una llamada para organizar un grupito de escogidos. Jesús fue un simple laico, uno del pueblo; ni fue sacerdote ni letrado. Por tanto no es correcto pensar que intentó constituir una casta nueva de personas, separadas e ilustradas.
Como el profeta Jonás, del que hablará en alguna ocasión, Jesús se dirigía a todo el mundo, al pueblo entero, sin clases ni acepción de personas.
Decía para todos: «Venid conmigo y os haré pescadores de hombres». Con lo cual no pretendió formar un grupo de funcionarios reclutadores, como parece que entendemos en nuestra clericalizada Iglesia.
Venid conmigo bien puede significar fijaos en lo que yo hago y aprended de mí, tened mis sentimientos y aspirad a ser santos con la santidad del Padre, caminad tras de mi en la dirección del Reino de Dios.
La misión que Jesús planea encargarnos de ser pescadores de hombres tiene que ver con la idea que luego desarrolla San Pablo de que debemos distanciarnos del mundo tenebroso, ese mar oscuro y peligroso, enfrentado a Dios y deshumanizante. Salir de él y ayudar a otros a liberarse, para vivir de una forma totalmente nueva porque el momento, que es apremiante, lo requiere.
Esto es tarea de una vida entera. No se hace en un pis pás y constituye todo un proceso laborioso y a veces trabajoso. Junto a Jesús y como comunidad cristiana, es lo que venimos intentando. No sólo reuniéndonos cada semana, también en familia y en el plano personal.
Los cristianos, llamados por Jesús a seguirle, no somos de este mundo, aunque vivamos en él; no nos desentendemos del mundo, porque aquí vivimos y es nuestra responsabilidad, sino que buscamos transformarlo; y debemos estar en constante proceso de conversión para no hacer las cosas a nuestra manera, sino a la manera y parecer de Dios.
Con alegría, porque Dios en Jesús nos ha dirigido su palabra y nos muestra su cariño, proclamamos nuestra fe.

Domingo 2º del Tiempo Ordinario


Muchos de nosotros somos deudores de una catequesis en la que primaba la seguridad en la doctrina por encima de cualquier veleidad y relativismo: nuestra iglesia es la única verdadera y el contenido de nuestra fe es inamovible e inmutable. Todas la demás confesiones religiosas están en el error y para cualquier duda tenemos maestros que sabrán responder correctamente.
De esta manera hemos ido creciendo en todos los aspectos de la vida, evolucionando y madurando con el tiempo y la experiencia; pero en asuntos de fe seguimos casi como de pequeños.
El sabio sacerdote Elí, lejos de adoctrinar al niño Samuel, incluso teniéndole a su cargo en el templo, le insta a escuchar y responder a la voz de Dios que le habla también desde fuera de los textos sagrados y las prescripciones litúrgicas.
Tampoco Jesús alecciona a quienes se le acercan. Simplemente les dice venid y lo veréis. En lugar de enseñarles el credo o llevarlos al templo a jornadas rituales de oración, les indica que salgan de la inmovilidad y abran los ojos.
Hace tiempo que dejamos de vivir inmersos en una atmósfera uniforme de fe y de costumbres; aún así nos vemos sorprendidos por aires nuevos como consecuencia de la apertura de fronteras y la afición viajera a que nos estamos empezando a acostumbrar y sacar gusto. La movilidad geográfica entre nosotros es un hecho, y la variedad religiosa apenas si ha comenzado, en un país que, diciéndose laico en cuanto a su ordenamiento jurídico, no se ha sacudido aún del todo el sentimiento cristiano.
Importa que como cristianos nos movamos y miremos. Será también conveniente que escuchemos y expongamos, en diálogo, practicando más que tolerancia, respeto.
Es muy posible que, tanto si estamos atentos como si estamos relajados, la realidad nos sorprenda y la llamada de Dios se produzca en nuestra vida. De hecho él nos llama en tiempo concreto y lugar determinado. No se trata de algo genérico que pueda llegarnos al azar. Dios sale a nuestro encuentro y podremos recordar el momento, la situación y las circunstancias: “a las cuatro de la tarde”, “acostados de noche en el templo del Señor”.
Estando abiertos y disponibles, en búsqueda inquieta y dialogante, no se trata ahora de que dejemos cuanto creemos para abrazar lo que nos venga. Creemos en Jesús, y junto a él hemos vivido una fe gozosa. Pero si de verdad somos cristianos, “hagamos lío”, no nos conformemos con lo que estamos ofreciendo porque somos capaces de mucho más. Y sobre todo, el Evangelio, que es Buena Noticia, exige que lo pregonemos con fuerzas redobladas y un testimonio más convincente.
Termino con unas palabras de papa Francisco:
«La Iglesia sin fronteras, madre de todos, extiende por el mundo la cultura de la acogida y de la solidaridad… alimenta, orienta e indica el camino, acompaña con paciencia, se hace cercana con la oración y con las obras de misericordia».
«A la solidaridad con los emigrantes y los refugiados es preciso añadir la voluntad y la creatividad necesarias para desarrollar mundialmente un orden económico-financiero más justo y equitativo, junto con un mayor compromiso por la paz, condición indispensable para un auténtico progreso».
Esta es la hora de pasar de la cultura de la tolerancia a «la cultura del encuentro, la única capaz de construir un mundo más justo y fraterno».

El Bautismo del Señor

 
Los acontecimientos recientemente vividos en casa de nuestros vecinos franceses podrían ayudarnos a comprender la diferencia entre vivir atados a ritos y dejarse transformar por el Espíritu. Algo tan patente, sin embargo solemos pasarlo por alto y no le damos importancia.
Los primeros cristianos necesitaron expresarlo contundentemente: Jesús, ungido por Dios con la fuerza del Espíritu Santo, pasó por la vida haciendo el bien y curando a los poseídos por el diablo. Y fue precisamente tras salir del agua, cuando se dice qué bautismo fue el que recibió Jesús: aquello consistió en una propuesta y una apuesta. Dios Padre presenta y ofrece a su Hijo, y con él toma partido a favor del ser humano. No impone unas normas religiosas ni delimita un espacio sagrado, al contrario, insufla su Espíritu de libertad y lo hace desde el curso del Jordán, cuyas aguas no están reservadas ni son excluyentes. Jesús, guiado por el Espíritu, recorrerá la tierra de los hombres ofreciendo el derecho a las naciones.
Significativo y sumamente importante es el texto del profeta Isaías que precede en la liturgia. Aplicado a Jesús, igualmente todos los bautizados en su nombre debiéramos volver a él, leerlo y meditarlo, orarlo hasta aprenderlo de memoria y sobre todo, sentirlo como dirigido a nosotros desde el principio del principio.
No hemos recibido un bautismo para seguir viviendo en el temor ni encerrados en normas y capillas, sino para ser libres y liberar a cuantos aún persisten en la esclavitud.
Al recordar nuestro bautizo junto con el de Jesús, mirémoslo, más que como pasado y concluido, como tarea y compromiso por hacer que nuestra vida rebose la presencia del Espíritu, y seamos así capaces de escoger cada día el mejor camino para vivir como sus discípulos. Y que jamás nos sintamos huérfanos, sino, como Jesús, hijas e hijos del mismo Padre, tejiendo entre nosotros los lazos de comunión propios de la familia divina.

Domingo 2º de Navidad

 
Según caigan las fechas centrales, puede haber un domingo durante la Navidad que no celebra ninguna fiesta particular, y que en la liturgia se denomina domingo segundo de Navidad. No todos los años existe, pero cuando existe, es como un duplicado del día de Navidad.
Aprovechando el texto del comienzo del evangelio de San Juan, la Iglesia nos invita a reflexionar en toda la riqueza teológica de estos días.
La encarnación es el misterio más central de nuestra fe cristiana y del que tal vez menos aprovechemos precisamente por las fechas en que lo celebramos. Entre comidas, reuniones familiares, vacaciones y reyes se nos van casi todas las fuerzas. Sin embargo, aquí están todas las respuestas a todas las preguntas que desde siempre se ha hecho el hombre, esas preguntas transcendentales sobre sí mismo: ¿Quiénes somos?, ¿de dónde venimos?, ¿adónde vamos?, ¿qué es la vida?, ¿por qué la muerte?…
Confesar que Dios se hizo carne es confesar que esta carne nuestra, tan desvalida, tan incapaz, tan mortal, está habitada por Dios. No es que nuestra carne tenga ansia de Dios, es que Dios está en ella reclamando para sí el mismo respeto y plenitud que tiene Dios. Dios ya no está allá fuera y lejos; está aquí dentro, en el lugar donde menos se le busca.
En la encarnación de Dios se está proclamando el proyecto que Dios tuvo desde siempre: que no hubiera distancia entre Él y nosotros. Por eso su gloria no está separada de nuestra paz, según el anuncio de la nochebuena. Por eso su resurrección tampoco está separada de la nuestra, según el anuncio de la pascua.
Los cristianos, más que hombres y mujeres que practican una religión, somos ciudadanos de este mundo que viven su conciencia de pertenecer a una humanidad nueva: encarnados y resucitados. Por eso ninguna circunstancia de este mundo nos es ajena y ante ninguna de ellas, por más desesperada o irresoluble que parezca, nos rendimos. No somos escapistas, no podemos serlo sin renunciar a nosotros mismos. Tampoco somos acomodaticios: no perdamos de vista que hay tinieblas que no aceptan la luz, que hay un mundo que rechaza al que se encarna.
Nos queda ya poco de Navidad, por eso debemos aprovechar esta oportunidad que se nos brinda: tenemos demasiado olvidada nuestra condición divina o tal vez la buscamos donde no puede estar. Centremos nuestra atención en quedarnos con lo mejor de estos días: que somos seres bendecidos con la mejor de las bendiciones, elegidos desde antes de la creación de mundo, predestinados a ser hijos. Dios está siempre en nosotros y lo único que necesitamos es hacernos conscientes de ello.

Música Sí/No